viernes, 1 de febrero de 2013

Museo: Penumbra

El Museo de hoy es sobre la saga de Penumbra, y la idea de hacer este artículo nació porque todos sus juegos me han parecido interesantísimos para recomendar y comentar en el blog. Al mismo tiempo, me pareció que dedicar otro artículo a comentar el segundo juego de Penumbra se volvería muy repetitivo, ya que más o menos repetiría lo que ya dije en la ocasión en la que hablé de Penumbra Overture hace un par de meses.
Pero no se asusten y no saquen conclusiones apresuradas. No me refiero a que el juego sea “igual” o “más de lo mismo”, o "monótono", sino que en realidad, comentar el Penumbra Black Plague sería hacer énfasis en lo que ya había comentado de Overture, pero muchas veces mejor… pero mejor pasamos a comentarlos brevemente en lugar de arruinar todo en la introducción de este Museo dedicado a Penumbra. Una saga compuesta por tres juegos, en un intento de ser trilogía, pero cuya historia, realmente, termina en el segundo, sumándole a esto una demo de presentación.



A modo general, comentar que es una saga desarrollada entre 2007 y 2008 por Frictional Games, que se haría famosa años después con el desarrollo de Amnesia: the Dark Descent, con el mismo modo de juego que los Penumbra, pero que no tiene ninguna conexión en el argumento.
Estos juegos pueden ser catalogados como aventuras gráficas en primera persona, y no tanto de acción, sino que se inclina más a la resolución de puzzles, lógicos en su mayoría, y a la recolección de objetos y demás.
Penumbra es una saga de terror psicológico, así que no esperen sustos infernales y sorpresivos (salvo excepciones que se cuentan con los dedos), sino que más bien la tensión (o el miedo, depende del jugador) se mantiene a todo lo largo del juego. Podría comparar este tipo de terror, aunque sea en menor grado, con el visto en el primer Clock Tower, donde manejábamos a una adolescente débil que no podía defenderse con nada, literalmente.

Todo en estos juegos es realista: la física es muy buena, y van a tener que jugar en conjunto con ella para salir adelante y resolver los puzzles. También tiene diferentes aspectos que lo hacen interesante, como la “visión nocturna” que se activa cuando el jugador está en lugares totalmente oscuros y se agacha: la pantalla se tiñe de un tinte azul, y en la quietud permitirá ver más allá.
También el realismo se verá al enfrentarse a los monstruos o al presenciar ciertas cosas. Cuando el jugador se asusta, su visión se tornará borrosa y costará manejarlo; en caso de haber criaturas cerca, esto puede jugar en contra. Esconderse en lugares oscuros es lo que ayuda, pero si el jugador mantiene la mirada fija en el enemigo, se asustará y delatará su posición, por lo que es mejor mirar hacia otro lado.



Gráficamente, he leído mucho por ahí que estos juegos pecan de ser “desfasados”, y quizás tengan razón, pero lo gráfico no hace al juego, y de verdad, para mi, cumplen excelentemente su función. Además, al ser un juego predominantemente oscuro, los gráficos no se aprecian tanto, lo que hace que ni notemos el desfasaje. Si juegan al título con el brillo alto, ahí sí se notará, pero al ser un juego de terror y al tener objetos como la linterna o el tubo de luz, jugar con el brillo alto hace que estos objetos sean inútiles y que el juego pierda la mayor parte de su gracia, porque la idea es, justamente, iluminarse uno mismo. Estamos en una mina, y es imposible que haya luz natural.
En mi opinión, el apartado gráfico es sublime, y la cantidad de locaciones que se visitarán serán todas especiales, diferentes y recordables, por lo bien logradas que están.

En cuanto a lo sonoro, el juego cuenta con música para momentos especiales del juego que ambientan muy bien la situación que se está viviendo, ya sea de paz, tranquilidad, o de adrenalina pura, huyendo de algún enemigo. Los efectos de sonido también aportan mucho a la ambientación: se escucharán gritos, portazos, voces extrañas, de todo, sonidos que aportarán en la tensión tan característica del terror psicológico.
En conclusión, estos juegos ponen en práctica eso de que lo que vemos da miedo, pero lo que no podemos ver dan más miedo aún.

Penumbra (demo)
Esta saga, en realidad, es el resultado de un demo que pretendía mostrar las capacidades del motor creado por la compañía. Dicho motor comenzó siendo para un juego de plataformas llamado “Energetic”, por lo que más tarde se le adaptó a la tercera dimensión. A partir de allí se realizó este demo, que tuvo tan buen recibimiento que se decidió crear un juego de mayor duración.


Penumbra: Overture

La “trilogía” comienza con Overture, y podría decir que es un buen juego introductorio a lo que es la saga de Penumbra, en caso de que no hayan jugado el demo que mencioné recién.
Overture nos presenta a los personajes principales de este título, Howard y Phillip LaFresque (este último protagonista), padre e hijo, respectivamente. Luego de la muerte de la madre de Phillip, este recibe una carta de su padre, supuestamente muerto, pidiéndole ciertos favores que lo envían directo hacia Groenlandia. Allí, el frío intenso le obliga a refugiarse en una mina abandonada, donde queda atrapado, y no tendrá otra que adentrarse en las profundidades de la misma, descubriendo notas y cartas que van revelando la historia, y esquivando las criaturas que habitan por los lugares.
En esta primera parte, Phillip va descubriendo en qué está metido su padre, y a medida que avanza en el juego, se propone la meta de encontrar a Red, un extraño sujeto que le va guiando a medida que se va metiendo cada vez más profundo en este mundo subterráneo y penumbroso, en busca de respuestas a sus preguntas.



El juego hace honor a su nombre, porque todo el tiempo vamos a estar en lugares donde reina la total oscuridad, y solamente hay que armarse de valor, una linterna y un tubo de luz fluorescente. Este tubo alumbra muy poco, y la linterna tiene pilas que se acaban… así que la cosa no es tan fácil.
Si quieren un análisis más profundo de este juego, recomiendo que lean el análisis que hice hace un tiempo, clickeando ACÁ, y de paso servirá para tener mejor noción de las características del juego, gráficas, sonoras y en cuanto la jugabilidad, aspectos que se mantienen fielmente en el resto de la saga.



A pesar de ser un juego “introductorio” (haciendo honor al “Overture” de su título) como he dicho, recomiendo ampliamente jugarlo, para poder complementar y entender mejor las cosas que ocurren en la segunda entrega, además de que la secuencia final es impagable… decepcionante, podría ser para algunos, pero es, quizás, una de las mejores secuencias de terror de todos los tiempos en un videojuego, y tan simple a la vez, que merece aplausos.




Penumbra: Black Plague

Si sufrieron con el primer Penumbra, debo advertirles que en esta segunda parte todo se multiplica, y de verdad la cosa se pone cruel.
Al ir avanzando en este juego, nos vamos dando cuenta de que Overture no fue más que un largo prólogo, y como tal, sirve más bien como introducción a lo que se vendrá en este título. En Black Plague los peligros son otros, los enemigos también, y son peores. Los escenarios ya no son las cavernosas minas, sino un refugio en el cual es difícil notar que estamos a kilómetros bajo tierra, y lo que quizás sea peor, si en Overture éramos vulnerables aún con los intentos de armas que teníamos, en Black Plague, realmente, no se podrán defender con nada. Acá no habrán martillos, picos o escobas que puedan defendernos aunque sean difíciles de usar, sino nuestro valor y la velocidad con la que Phillip corre.



La historia en esta segunda parte comienza después del final de Overture, y Phillip comienza a tener esperanzas de encontrar a su padre vivo. En esta ocasión, Phillip deberá recorrer lugares de todo tipo, resolver más puzzles y encontrar objetos ocultos. Los puzzles siguen manteniendo la lógica para resolverlos, y con esto me refiero a que no estaremos frente a puzzles que hay que adivinar como los vistos en aventuras gráficas como Monkey Island, sino que estamos ante puzzles que fácilmente se pueden resolver pensando lógicamente teniendo en cuenta todo lo que se encuentra a nuestro alrededor, incluso algunos tendrán varias formas de resolución, y en ocasiones tendrán que ser resueltos bajo presión.



El entorno gráfico se mantiene similar al de Overture, y sinceramente no sabría decir si hay alguna mejora, no me interesa tampoco porque, como dije, lo gráfico cumple bastante bien. Acá las locaciones también son diferentes, y nunca sabremos con qué nos vamos a encontrar. Los sustos son más (pero como dije, no son lo constante en esta saga), y por culpa de los nuevos enemigos, la sensación de tensión y vulnerabilidad es mucho más grande.
Además de esto, la historia contará con algunos momentos bastante psicodélicos, y sobretodo en el final, y también contará con momentos muy buenos, en los que la empatía con el personaje estará a flor de piel. Como dije, y vuelvo a repetir, el juego castiga más que el anterior. Me acuerdo que en aquel artículo sobre Penumbra Overture dije que ese juego hacía que uno quiera ir corriendo sin parar por los corredores, teniendo en cuenta eso, Black Plague va a hacer que, directamente, uno no quiera salir a los corredores :P
Como dato adicional, y aparte, debo mencionar la existencia de unas estatuillas extrañas coleccionables, que dentro del juego no tienen ninguna utilidad, pero al tomar todas antes de terminarlo, podrán acceder a una carpeta con mucho material del tipo “detrás de cámaras”, con bocetos de los lugares, enemigos y demás. Esto, personalmente, me gusta bastante.


 Penumbra: Requiem

Y por último nos encontramos con Requiem, que podría decir que no es un juego en sí mismo, sino que más bien es una expansión del anterior.
Requiem es el juego que divide las aguas entre aquellas personas que les gusta la saga de Penumbra en general. Difícilmente encontremos a alguien que nos diga que Requiem es su favorito (quizás algún cobarde que le tenga mucho miedo a los sustos con las criaturas), pero sí vamos a encontrar gente a la que le gustó mucho su concepto, y gente que lo aborreciera en su totalidad.

Es que Penumbra Requiem es un juego muy particular: es un juego de puzzles en su totalidad, usando el motor gráfico de Penumbra, con una historia casi inexistente, y sin hilo argumental.
Si bien su historia se desarrolla exactamente después del final de Penumbra Black Plague, y Howard será teletransportado a una especie de cueva donde deberá resolver una serie de puzzles, encontrar unos orbes luminosos para poder llegar a un portal, que lo transportará a otra locación, donde deberá resolver otro puzzle, buscar otros orbes luminosos (que funcionan como llaves para abrir los portales), para pasar a otra locación… y así hasta el final del juego. Adiós puntos de salvado, adiós terror, adiós enemigos, hasta tendremos la linterna con baterías infinitas.

En conclusión, Requiem es una especie de “epílogo” con lo que ocurre después de terminar el segundo título (cuyo final es bastante cerrado), y nos muestra qué pudo ocurrir con Phillip, ya que el juego posee dos finales (que dependen de las estatuillas que se recojan en las diferentes locaciones). Realmente no aporta nada a la historia, y como experiencia jugable es totalmente diferente, podría decirse que es un “descanso”, haciendo honor a una posible interpretación del título latín “réquiem”.
Más que nada, recomendaría este juego a aquellos que les guste la resolución de los puzzles físicos que caracterizan a estos juegos, interesante para jugar sin la tensión que provoca un juego de terror en sí mismo. Además, tiene varios guiños a los dos juegos anteriores, por lo que lo hace aún más interesante. Pero los corajudos que quieran más terror, se decepcionarán bastante.



Luego de jugar los tres juegos, resulta claro que el verdadero fuerte de la saga está en el segundo título, Black Plague. Como ya decía, Overture es un muy buen prólogo para prepararnos para lo que viene, y Requiem sería algo así como una nueva opción para los que quieren más,  o para los que les gustan los puzzles físicos característicos de la saga.
Tampoco son juegos largos; no llevan más de nueve horas, seguro. Pero aún así, la intensa experiencia de juego hace que uno quiera terminarlo enseguida, hasta podemos llegar a agradecer que no sea tan largo. Sin embargo, los más valientes pueden ver su duración como algo negativo. En mi opinión, está muy bien.

Penumbra es ideal, también, para seguidores de H. P. Lovecraft. De hecho, los nombres del protagonista y su padre, y su apellido coinciden con sus iniciales, HPL, así como también el motor gráfico del juego. Al parecer la gente de Frictional son seguidores del escritor (que tendrá un par de referencias en algunas partes de los juegos, como la presencia del Necronomicon en una biblioteca).

Esto es todo lo que puedo decirles de esta saga.
Realmente resulta extraño cómo de una trilogía se convirtió en una serie de dos títulos, y cómo el tercer juego se redujo tanto a solamente una expansión centrada en la resolución de puzzles, en lugar de explotar todo lo bueno que Penumbra brindó en los dos juegos anteriores. El por qué de eso quedará en el misterio.
Pero pienso que de ninguna forma el tercer título haya manchado a la saga. La gente puede jugar a los dos primeros y terminar allí, y se quedarán con un muy buen sabor de boca. Penumbra es una saga de juegos excelente, con muy buena ambientación, una historia muy interesante y varias sorpresas argumentales que dan muchos giros inesperados. Luego de jugar a estos primeros juegos de Frictional, uno se da cuenta de por qué Amnesia fue tan popular, y por qué se siguen haciendo juegos de este tipo.
Es uno de esos juegos que hay que jugar en la vida, vale mucho la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario!!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...